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lunes, 31 de octubre de 2011

SOBRE DENTONES PARGOS Y PUESTAS DE SOL


Si quieres simultanear lectura y música pinchar sobre el enlace con el botón derecho y abrir otra ventana  http://www.youtube.com/watch?v=BIhAZ9XvaDY&feature=related  espero que te guste
     

      El sábado, ya bastante anochecido, arribamos a la Bajadilla.  Atracamos y, tras dejar bien amarradita a la Menchu, salté a tierra con el capacho de las capturas, unas brecas, pargos, sargos, algún jurel y un tonino.

     Estaba en la faena de darles un agüita antes del reparto, desparramadas por el suelo, cuando alguien se me acerca y dice:
-         Buenas noches, ¿Cómo ha ido el día?

Es un vecino de pantalán, con el que apenas he hablado nunca. Por no saber ni conozco su nombre.
-         No ha ido mal, le respondo. Unos pargos y unas brecas.

El individuo queda contemplando las piezas, moviendo una de ellas con la punta del zapato.
-         Esa no está muy mal del todo, dice refiriéndose a la breca mas grande.
-         No, nada mal, dio una peleita bonita. Respondí, viniéndose a mi mente el recuerdo del lance.

El paisano sigue evaluando la pesquerita.

-         Pues si yo aparezco con esa pesquera en mi casa, mi mujer no me deja entrar, vamos no es ni para regalar a los vecinos.

Perplejo me incorporo, miro las piezas en el suelo y seguidamente al individuo, cara a cara. Directamente a los ojos, intentando situar el plano de la conversación y, si fuese menester, el grado, tono y rotundidad con que despachar al guripa.
No dio tiempo a la respuesta. Como un astuto mago, tras un rápido movimiento, el móvil apareció en su mano. Volvió a chasquear los dedos con presteza y el artefacto cobra vida. La pantalla se ilumina y comienza una sesión de fotos.

Cambio de actitud, me sumerjo en la escena. Necesito esa inmersión y sentir  como me irá faltando el aire, poco a poco, paulatinamente. Ya lo he hecho otras veces.

-         Mira todas de este año, esta es una “trompúa” de 22 kilos, este un dentón que pasó de los diez. Fíjate en esta estoy con dos.

El aire me va faltando y aún no se ve el fondo.

-         Lo mejor es poner 6 a 8 cañas, esos los atrae, sobre todo al amanecer. Al amanecer comen rabiosos, mas que en el resto del día. Es cuando mas pescado mato. En esta foto un triplete y en esta otra un pedazo de sama. Lo mejor el día que maté cuatro. Esto si que es pesca.

El móvil desaparece, mirándole de frente comienzo el ascenso.

            Si señor, muy buenas capturas. Me agacho para continuar la brega dando por finalizada la charla. Vuelvo a la superficie. El personaje se aleja, el aire vuelve.

            Quedo unos momentos mirando los reflejos del agua, de fondo los sonidos de Papakike y Miko, ordenando el barco. En mi mente los recuerdos de la jornada vivida hacen jirones a la conversación pasada, diluyéndola. El día resultó ser farragoso, el agua estuvo inquieta hasta la tarde, el viento nos tuvo horas de través con un continuo batir de olas en la banda de babor. Una pequeña paliza, pero en peores hemos estado. En peores sí y con menos años de trajín y eso se nota patrón.

            Las picadas no acompañaron, cambiamos de fondeo varias veces comenzando por poniente de la Galleta, después a los 32 a levante de la Cresta, continuando en los 26, también a levante. Nada destacable. Las horas pasaban y la creciente se aproximaba. Decidimos poner proa a menos fondo y buscar agua mas quieta, calando en los Roqueillos.
Igual suerte y ya en pleamar.
Nuevamente levamos ancla y metemos vida al 200, buscando mas costa.

            Quedamos a los 16, en un punto al que le tengo querencia, en la zona donde comenzamos nuestro periodo marbellí. La cosa cambia. Los sargos y chopas entraban con desparpajo dando paso a pargos y brecas con picadas francas, secas, de las de embuchar. Los nuevos eremitas cumplían a la perfección. Las cañas, todas con punteros finos y sensibles, marcaban picada tras picada, facilitando clavadas y arqueándose con las carreras para un mayor disfrute.

            Vino el recuerdo de la breca grande. En la picada inicial quedó de manifiesto la estrechez del anzuelo del 1. Noté como después de tragar, el cebo se escurría por la boca del pez, sin clavar. Tacos, improperios y juramentos a tropel. Cambio de terminal, paso rápidamente al 1/0, calo en el mismo sitio. ¿estará?. La respuesta llega rápida, si que estaba y volvió a entrar. Esta vez el anzuelo clavó hasta el corvejón, si es que las brecas tienen corvejón. Dio unas carreritas sacando un poquito de hilo, tampoco la pieza era de las de mucha pelea, pero la poquita que hubo estuvo graciosa. Salabar y a dentro.

Papakike y Miko se alegraron tanto como yo, me jalearon y me dieron algo de estopa, como tiene que ser y siempre ha sido. Yo, para seguir la liturgia dí un rato la brasa, pero un rato corto, pues las picadas se sucedían. Entre ellas un buen parguete cabezón, que llegó a casa con el anzuelo dentro.

            Seguimos con actividad hasta el anochecer. Con la llegada de los besuguillos piraña entendimos que era hora de recogida y a puerto.

            Con el móvil saco una foto a la pesquerita. Yo también tengo un móvil cargado de capturas, de triunfos, de recuerdos. Pero a diferencia del julandro matador de dentones ¿a quién podría enseñarlas? ¿a quien podrían interesar?

No me imagino enseñando la foto del buen ambiente y la ilusión que tenemos en los desayunos de Calaburras camino del puerto.



O las fotos de la buena charla en el barco, al igual que los momentos birrita. En esas no salen pescados, que carajo, nada mas que tíos. O las barbacoas de cebos en el pantalán




Me gusta guardar buenos momentos, como este de Miko. ¿que resultó ser la captura? ni me acuerdo, un cagarro de pescao, seguro, pero disfruté viendo la lucha.





A veces, solo a veces y muy de tarde en tarde, consigo un amanecer. Suena a moña pero son una gozada, los que mas disfruto son los que llegan tras una nocturna.


Y puestos a matar, lo que si matamos siempre es el día. Es raro que no nos pille el atardecer. Las puestas de sol son increíbles y desde el barco mucho mas. Hay días que cambiaba sin dudar al Papakike por la parienta, seguro que el piensa lo mismo, pero de eso no hablamos, que somos muy machotes, que coño.




También tengo, gaviotas volando, flotando, comiéndose las baketas e incluso albatros enganchados a las muestras del curry, liando el pollo. No me olvido de las fotos de tortugas marinas, delfines, peces luna, etc.

Total muchas cosas y ninguna se puede meter en el horno. Pero hay otras que sí, como la breca grande que antes comenté, esa va a la sal.  Otras capturas son mas pequeñas.


           
Pero no me importaría compartirla con toda esta gente y con la que acabo de conocer en Pescadentonpuntocom, que aún no tienen foto de familia.



Volví a mirar  la pesquerita. Todo un ranchito pa comé, como suelen decir los colegas cuando sacan una cagarro de piezas. Pero es a lo que realmente voy, es lo que me gusta pescar, ni mas ni menos. ¿no es eso la pesca?

Si lo mezclamos todo ¿Qué queda? Buen ambiente, buenas charlas, amistad, navegación, mar, mucha mar, atardeceres, muchas cosas y muchos pargos ladinos escabulléndose y yo incansable, ideando y maquinando como atraparlos. Eso queda. Un montón de cosas agradables que me hacen ser feliz.

Me hubiera gustado transmitirle como vivo la pesca y enseñarle las fotos de mi móvil al personaje del pantalán. Contarle que la pesquera que me llevo siempre a casa es  felicidad.
Que mi queridísima Ana, mi mujer, es muy feliz al verme llegar feliz,  haciendo de mi felicidad la suya. Importándole un carajo si la pesca ha sido abundante o no, el mismo carajo que me importa a mí pescar dentones y el tío del pantalán.


2 comentarios:

  1. Leyendo esto me siento un poco identificado, y cada dia que salgo me pregunto, ¿Realmente importa el pescado? un carajo, eso pasa a un segundo plano, que contando los buenos momentos que pasas con los que comparten la afición y añadiendo estos segundo pasas un dia del carajo, donde es montarte en la embarcación y dejar todo en tierra, la brisa del mar en la cara, el silencio del mar, los pajaros volando, esa sensación de libertad, etc.
    Asi que señor PatronMenchu, no dejes nunca de ver la pesca de esta manera y muchisimo menos de contar todas tus hazañas en este blog tan maravillo!

    Saludos, un amigo.

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  2. Qué acertado Pedro, es que a veces no nos paramos a observar lo que nos rodea, a valorar en su justa medida la amistad de quien comparte la bañera de esa embarcación que tantas aventuras ha vivido y disfrutar de los inolvidables momentos que la naturaleza nos regala.
    Ojo, que yo soy pescador y tú lo sabes bien, pero de ahí a menospreciar lo que para cada uno significa la pesca, ya sea a través de sus capturas o de sus medios queda un gran trecho... lo ideal es saber disfrutar de todo ello y tú también lo sabes bien.
    Un abrazo
    Arturo "Caballa"

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