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lunes, 6 de junio de 2011

LA DEFENSA DEL PEPINO ESPAÑOL. E P I L O G O

Tras los capítulos I y II anteriores,  a ver si os despistáis que son 2 capítulos, la investigación de nuestro equipo de enviados especiales en Hamburgo llega a su fin en el presente epílogo.




House y Fransasu ocupaban la cocina. Mientras que el doctor hacía pruebas y análisis del pepino aportado por las muchachas, Fransasu, sin otra cosa mejor que hacer, se disponía a preparar sus famosas croquetas de pargo. La actividad era frenética pues el tiempo corría en su contra. Mientras tanto, la psicóloga, Guille y las dos muchachas se acomodaron en el salón.

PS: para mi la cosa está clara, con las medidas de ajuste de la Merkel contra la crisis el pueblo alemán está justito justito. Puestos a ahorrar, ahorran hasta en consoladores y todas sabemos que la mujer alemana, a diferencia de la española, necesita de un complemento. Efectos de la birra en los alemanes.
En los años 60 el “suplemento” natural eran las salchichas frankfurt en la iniciación y las  salchichas bratwurst para las mas talluditas.



 En tiempos mas recientes, este extendido uso social dio paso a una floreciente industria de consoladores.

La crisis dio paso al ingenio y tanto la salchicha como el consolador fueron sustituidos por el mejor pepino, el español. Las ventas de consoladores descendieron a pesar de fabricar el modelo estrella, el consolador pepino que vimos en sex-shop.

G: Todo lo que dices tiene fundamento. La portera infernal hizo el mismo comentario de las salchichas, recuerdo que dijo:..”…….. lo que haría con un buen pepino. Desde el bloqueo hemos vuelto a las Frankfurt, añoro un buen pepino .”….



PS: Está claro, los fabricantes de salchichas y consoladores están en el origen del bloqueo, es claramente un tema económico. ¿pero como lo hicieron???

A la pregunta de Guille solo House podía dar respuesta. En esos momentos la cocina era todo un laboratorio. Cientos de rodajas de pepinos, tanto de los hispanos como de los sustitutos eran comparadas.



DH: jen por loz jadentroz na de na, La infessión ladilloza ez ezterió. No pué zé infessión ezpañola joztia. Laz laillaz zengarrapataron aquí ¿Cómo coone tié tanta lailla loz pepino?.

F: Ahí es donde interviene el morillo palanquero. El y sus colegas utilizaron el barrio rojo para contaminar los pepinos, dijo Fransasu sin abandonar la preparación de sus famosas croquetas de pargo. El mosad estaba detrás de la operación. Una vez arruinado el campo español los pepinos vendrían de los kibutz israelíes.

Guille se unió a la conversación.

G: Si el mercado vuelve a llenarse de pepinos los fabricantes de salchichas y consoladores quedan en las mismas. Shipote Fransasu con las especias, mierda croquetas que estás haciendo.
F: Jamás paladares humanos probaron semejante manjar. El crujiente envoltorio, una masa compacta pero sedosa y un corazón que se derrite en el paladar en una explosión de efluvios y sensaciones que un hombrepepino como tú no está capacitado a saborear.

El doctor House, el pepino Guillermo y Fransasu, este con una bandeja de croquetas se dirigen al salón, uniéndose a la psicóloga y las muchachas.

G: Como decía, si los israelíes llenan el mercado de pepinos, dejarán de usarse consoladores y salchichas, es volver al principio.
PS: Estás equivocado my little mountain yumping boy. Por aquellas tierras también tienen las féminas el problema del “complemento”, pero sus creencias les impiden usar un sustitutivo procedente de los bienes divinos que la tierra les produce y utilizar a los subsaharianos…………………es muy fuerte para el ego masculino, las comparaciones son odiosas.
Han tenido que pactar el cambiar pepinos por consoladores y salchichas.

Guillermo coge una auténtica croqueta de pargo hecha por Fransasu, uno de los momentos mas anhelados de su vida. Tras un bocado, empieza a degustarla con deleite, pensando:………….Todo el follón de los pepinos por culpa de la Merkel y sus medidas de ahorro, eso en España no pasa, no señó, manda guevos.




De repente la cara de Guille se convierte en un rictus, los ojos abiertos de par en par, las pupilas dilatadas, y, una vez mas los esfínteres contraídos.

G: Que mierda de croqueta es esta??? Grita llevándose la mano a la boca. Jodeeeeer con las especias, dice manteniendo una porción de masa entre los dedos.

Y en la masa, un piercing con una circonita amatista que lanzaba destellos a la luz del burdel.

Parece ser que al igual que el caldo de pintarroja no lo hace con pintarroja, las croquetas de pargo………………………., este Fransasu.

 Un saludo. Patronmenchu.

Una vez salvado el pepino, creo que ahora empezaré a defender las peras españolas.



   

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